Hoy les comparto una sesión de fotos con dos pequeñas amigas, que se nota a kilómetros cuánto se quieren. Me encanta fotografiar niños, pues son tan espontáneos y me hacen recordar que la GRANDEZA ESTA EN LO SENCILLO.
Ellos más que nadie, saben disfrutar la vida, saben ser felices con muy poco. Son capaces de ver los detalles de la vida y tienen una capacidad de asombro, que con el tiempo los adultos vamos perdiendo.
En esta sesión María y Daniela me recordaron precisamente eso… que los niños son sencillos, los complicados luego, somo los adultos…
Los dejo pues, con las fotos de esta sesión que disfruté muchísimo.
Con esto me despido por hoy, espero verlos por aquí en mi próxima publicación. Que tengan una feliz semana!!
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